lunes, 4 de diciembre de 2017

martes, 7 de noviembre de 2017

¿infantil yo?





Tener tres cerditos en casa supone un desgaste mental que casi todo el mundo comprende y que casi nadie quiere compartir.

Me explico. Cuando llegas a casa y tienes que lidiar con tres mentes privilegiadas, descansadas y ávidas de carne fresca (véase madre a punto de estallar porque le llevan tocando la moral durante todo el día en la oficina) al final, lo quieras o no, te pones a su altura y entras al trapo cual toro de ganadería conocida.

Pues sí, muuuuuchas veces (yo creo que demasiadas) una servidora se ha visto volviendo a la infancia y peleando a grito pelaooo con uno de los integrantes de mi grupo terrorista particular, utilizando frases como “rebota rebota y en tu culo explota” o  “quien lo dice lo es con el culo al revés”…

INCISO: ¿Por qué todas las frases que “en nuestros tiempos” servían para replicar llevaban la palabra “culo”?

¿Por dónde iba? Ah sí… pues eso, que me tiro al barro y  terminamos siendo una piara de cerditos en vez de la madre sensata contra el mundo que los hizo así.

Es por ello que en esta nueva etapa de #reinventarme he decidido tomarme las cosas con más calma y utilizar más el rollito ZEN y esa frase que me decía una compañera (y que ahora trabaja en su propia guardería/piara) y que rezaba así  “soy un cactus sin espinas, todo me resbala”

Y es que es verdad, está demostrado que cuanto más les chinchas más lo hacen ellos, te siguen el rollo y encima se divierten, y mientras tú, ahí, sufriendo, intentando buscar argumentos más inteligentes y maduros para terminar con el manoseado “porque yo lo digo y punto”… al que te contestan con el odiado “y ¿por qué?”

INCISO: Yo no recuerdo haber cuestionado ni una de las “sugerencias ordenadas” de mis padres…

Otra vez que me pierdo…  Ser infantil algunas veces está bien, empiezas con la coña y al final nos echamos unas risas todos juntos, pero la mayoría de las veces termino muriendo en el campo de batalla y con la sensación de que algo estoy haciendo mal, que he perdido el toque con el que antes salía victoriosa en todas las guerras dialécticas y que ESTO TIENE QUE CAMBIAR porque si no, voy a “PETAR”.

Si, ESTO TIENE QUE CAMBIAR, de eso mismo trata #reinventarme, de un cambio constante para ir a mejor, o como diría para terminar el post “piri ir i mijir”



sábado, 4 de noviembre de 2017

un año y dos meses

Siempre que leo o veo algo relacionado con la cerveza me acuerdo de ti...



Sigo echándote de menos, tonta de mi, todavia tengo la esperanza de que vuelvas

Besos
Carmencita



miércoles, 11 de octubre de 2017

Tus problemas - Mis problemas




En esta nueva etapa de #reinvencion mía que he adoptado, una de mis pajas mentales, como bien indica la imagen que preside este post, ha sido la creación de interminables listas con tareas por hacer… y digo interminable, porque son más largas que un día sin pan.

Una vez hecha la lista se convierte en obsesión para mí ir tachando cada una de las líneas, es decir, se convierte en un verdadero problema, y es ahí donde hay que meter el dedito para intentar solucionarlo.

Porque sinceramente, no es muy sano angustiarse así por conseguir “acabar con la puñetera, larga y jodida lista”  que, además, está llena de tareas “secundarias”.

Casi todas están relacionadas con mi hobby DIY (otra obsesión). Son tareas post-puestas una y otra vez que me llevan a mi otro mundo, el de la creatividad y que hasta hace poco me servían para relajarme y evadirme, pero que ahora, que la vida no me da para nada, siguen ahí.

Colgar cuadros, realizar álbumes con fotos de viajes y eventos varios, terminar de decorar rincones de la casa o realizar manualidades varias, así como colocar incontables cajas de ropa de los tres cerditos, hacer limpiezas periódicas de estancias y armarios, compras inevitables y queridas pero no podidas, etc, son algunas de las lindezas recogidas en mis listas.

 Como podéis observar, las susodichas son la mar de largas y “divertidas” (nótese la ironía, por favor) y siguen ahí, plasmadas en mi agenda y en el móvil, en la aplicación NOTES, con el llamativo título de PENDIENTE (así, en mayúsculas) y que sigue como su título indica: pendiente.

Y os preguntareis por qué, pues porque cuando llego a casa de trabajar, por mucha lista o tonta que tenga en mente lo único que me apetece hacer es NO HACER NADA, y con los tres cerditos esto no es posible, dile tu a ellos que estas cansada y que quieres tirarte en el sofá…

“¿Y qué hacemos nosotros?”, “me aburro”… y así un comentario/reproche tras otro… a ver quién es la espabilaaa que se evade… YO NO.

Eso sí, en cuanto les hablas de las actividades extraescolares que tienen que hacer ellos, la cosa cambia. Aparecen las malas caras y la frase que tanto pasa por mi mente: “no quiero ir, estoy cansado”.

Pues ya somos dos… y más de una vez me ha rondado la idea de “marcarnos unas pellas”, pero no, que la vida está muy complicaaaa como para prescindir de las clases de inglés, la natación y el futbol. Así que, ya nos veis corriendo como locos para llegar a todo: TOTAL STRESS.

La chofer, es decir, una servidora, corre que se las pela desde la salida de la parada del tren para llegar a casa de los abuelos (benditos abuelos), recoger a los tres y llevarlos casi volando en coche hasta la actividad correspondiente, que gracias a los encajes de bolillos, por ahora y hasta nueva orden, se desarrolla para los tres en la misma ubicación y a las misma hora… que otro gallo cantará el año que viene, cuando los DOBLEI y el PANCETA escojan nuevas actividades, MIEDO ME DAAAAAAA.

Bueno, que lo voy a ir dejando, porque se supone que esto lo estoy escribiendo para #reinventarme y no para no hacerme una nueva “paja mental”.

Lo dicho, menos listas y más “hacerse la tonta” para poder #reinventarme de verdad de la güena.

besos
Carmencita

miércoles, 4 de octubre de 2017

Un año y un mes

Érase una vez una Eva a una birra pegada...






Te seguimos echando de menos, guapa.

Besos de tu Carmencita

jueves, 21 de septiembre de 2017

alguien a quien recordar



Ayer escuché que cada 7 segundos alguien enferma de Alzehimer en el mundo. Cada 7 segundos alguien comienza a perder sus recuerdos, sus vivencias, a volverse un poco más robot y un poco más agresivo, a no poder controlar lo que dice y lo que piensa,  ni sus movimientos, ni sus instintos.

Triste ¿verdad?

Hoy, día Mundial del Alzheimer, nos daremos una vez más de bruces con la realidad, con esa enfermedad que no tiene cura pero que si podemos empezar a evitar con simples gestos y “ejercicios de memoria” para poder prepararnos si alguna vez el interruptor salta y el off se convierte en nuestro compañero de viaje.

Mi abuelo tuvo Alzheimer y le vi apagarse poco a poco después de pasar por estadios varios como la necesidad de hablar a toda velocidad y sin sentido, la repetición de frases, el confundir unas personas con otras, la agresividad, la pasividad, la depresión crónica…

Él, que había sido un hombre enérgico (por decirlo suavemente), se había convertido en un bebé grande, sumiso, obediente, que esperaba a que le dieran de comer o le acompañaran a dar un paseo, que se agarraba a tu brazo y a tus ojos con mirada triste y casi perdida.

Ese hombre, que no había parado de trabajar un segundo desde que tenía uso de razón, ahora no era capaz de articular ni una de esas historias con las que a veces nos martilleaba la cabeza a mis primos y a mi… lástima no haberle grabado cuando todavía podía hilar una con otra o cuando me cantaba “chiquitita dime por qué” de ABBA… canción que siempre va acompañada de su recuerdo cada vez que la escucho.

Su recuerdo, sus recuerdos, ¿quién los guarda ahora? ¿Quién se queda con los recuerdos que los enfermos de Alzheimer pierden poco a poco? ¿Dónde van?
Existe un Banco de Recuerdos en el que hace ya algún tiempo reservé un cajoncito para mi abuelo Fausto y para sus experiencias, pero una vez más, la inmediatez de la vida, nuestra prisa por vivir, nuestro “lo quiero ahora” me hicieron olvidar su existencia.

Retomo hoy ese cajoncito e intentaré  hablar con la gente que le conoció, le quiso y hasta le “sufrió” para llenarlo a rebosar, y pretendo hacer uno para mí, para que mis tres cerditos tengan, un día muy muy lejano, donde abrir y encontrarse con la que fue su madre, para lo bueno y para lo malo.


#sigosiendoyo #Alzheimer #reinventandome

lunes, 4 de septiembre de 2017

Un año sin ti...


Una llamada.
Nubes negras,
agua negra,
negra noticia.
Imágenes en sueños.
Oda al adiós.
Solas dejaste a tus
islas.
Negro aniversario,
tristeza negra que nos dio el 
irte así.


Un año sin ti, se ha hecho duro

Besos, Eva

Tu Carmencita

lunes, 14 de agosto de 2017

Algunos días

Si, lo confieso, algunos días me tiraría por la ventana antes de terminar mi jornada laboral.
Y no hablo de la que comienza a las 8 y finaliza a las 15:40 h, no. Hablo de la que viene después. Los hijos, normalmente, son más difíciles de tratar que el jefe más despiadado y xxx (poned aquí el insulto más gordo que conozcáis) que podáis echaros a la cara.

Los nuestros (porque no son solo míos) han llegado a conocernos tan bien, que saben qué tecla tocar para que saltemos… o eso nos hacen creer, porque luego, te pones a leer un poco y te encuentras con personas que dicen que “los niños no son malos por naturaleza” si no que, como en la canción “el mundo los hace así”.

Y es que la forma de educar que usaron nuestros padres y que se dividía en:

-          EDUCACIÓN SEVERA: Control excesivo. Orden sin libertad (ninguna opción): “Tú lo haces porque yo lo digo”.

-          EDUCACIÓN PERMISIVA: Sin limitaciones. Libertad sin orden (opciones ilimitadas): “Puedes hacer lo que te apetezca”.

 Se ha quedado obsoleta con esta nueva hornada de niños digitales, inmediatos (con el “ya” en la boca todo el rato) y la paciencia como asignatura pendiente / suspensa.

Por eso, desatendiendo a mi  norma de “no mirar NUNCA en Internet”  te pones a “bichear” y aparecen cientos de referencias sobre una nueva forma de educar que se llama “DISCIPLINA POSITIVA, que se basa en la comunicación, el entendimiento y la empatía. No incluye ni el control excesivo ni la permisividad y huye del castigo.



Esta panacea, este remedio de todos los males parentales del mundo se basa en:

-          EL RESPETO MÚTUO: Los adultos tienen que aprender a educar con amabilidad y respetando las necesidades del niño. Sí, claro, cuando mi pequeño me llama “caraculo” porque no quiere venir a desayunar me está respetando.

-          APRENDER DE LOS ERRORES: Los errores son una oportunidad para educar. ¿Pero qué me están contando?  Si tienen la memoria del pez…

-          SIN CASTIGOS: El castigo es efectivo a corto plazo, pero tiene consecuencias negativas a largo plazo. Hay que enfocar hacia soluciones y no hacia castigos. Me parto, a veces he llegado a castigarles “a no respirar” y aún así me siguen tomando por el pito del sereno.

-          COMUNICACIÓN EFECTIVA: Hay que desarrollar habilidades para resolver problemas y conectar con el niño "¿Qué? Pero si cada vez que les hablas o les pides algo parece que estén “comunicando”: "pi, pi, piiiiiii"

-          SER ALENTADORES: Cuando alentamos, ponemos atención al esfuerzo y la mejoría, no simplemente al éxito, esto fortalece la autoestima. Jajajaja, me parto, ya me veo con los pompones diciendo “venga, animo, que tú puedes (en todo caso debería decírmelo a mí misma y a mi SANTO).

Llamadme retrógrada porque, como veis, soy un pelín escéptica con este tipo de educación, me suena a cuento chino, a “QUÉ BONITO EN LA TEORIA” pero que luego no funciona en la práctica.

No soy amante los cachetes, a veces se me escapa uno y termina doliéndome más a mí, porque a ellos, a los dos segundos se les ha olvidado. Y en cuanto los castigos, ya no sé qué inventarme, todo está ya muy visto, y por eso, al final, terminan no cumpliéndolos…

Me parece bien utilizar la firmeza y la amabilidad con dignidad y respeto, pero, sinceramente, no veo cómo lograrlo. Me parece MUY DIFÍCIL utilizar frases amables y actitud cariñosa cuando “se está regañando” y, por supuesto, no me veo capaz de hacerles preguntas para que me cuenten por qué se están comportando mal… ni ellos mismos lo saben… (¿para qué seguir haciendo sangre?)

Por otro lado, eso de que “juntos decidiremos las reglas que nos convengan a todos” me suena a chirigota gaditana, a chiste de Jaimito. ¿Desde cuanto tres “micos” (llamados así desde el respeto y el cariño) deciden como debemos educarlos su padre y yo?.


El caso es que voy a intentar #reinventarme usando lo que me parece bien de la “DISCIPLINA POSITIVA” mientras encuentro “mi propia versión de LA BUENA EDUCACIÓN” ( Y no hablo de la película de Almodovar, ah!, no, que esa era “La Mala Educación”… de esa podría escribir un Master).

Besos
Carmencita

viernes, 4 de agosto de 2017

once...

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Esta frase podría ser muy tuya. Eras una perfeccionista y te gustaba que las cosas se hicieran "a tu manera", todavía recuerdo como te metías con el POBRE JUÁN por el tema de la chimenea...
Cuanto te echamos de menos, Eva.

Besos de tu Carmencita.


viernes, 28 de julio de 2017

Mentira cochina

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Sí, eso es lo que hacemos todos al responder “en nada” cuando nos preguntan “¿en qué piensas” y mentimos como auténticos COSACOS.

Es terriblemente complicado “pensar en nada”, a mí no me sale, por más que lo intento, y sinceramente, es uno de los defectos que tengo, no poder desconectar y hacer que todo me la “refanfinfle” un poquito (gracias Detri por hacer de “me la refanfinfla” uno de mis estandartes ;)

Y es que yo tengo una mente que va por libre, que no me deja descansar ni cuando estoy en la cama… hay veces que temo despertarme porque sé que ya no podré volver a “conciliar sueño”, los pensamientos van y vienen, las ideas se revolucionan e intentan escapar para ser plasmadas en algún sitio y HALE!! Carmencita ya no duerme.

Por más que me empeño en pensar en un lienzo blanco, inmaculado, virgen… PUES NO, de repente me acuerdo de que tengo que terminar “cienes y cienes” de “movidas creativas” que tengo empezadas desde hace la tira de tiempo, que me queda ropa por ordenar, cosas que repasar, llamadas por hacer y mensajes por enviar…

Toda la agenda de tareas pendientes pasa por mi cabeza y mancha ese lienzo inmaculado, es más, se convierte en una de las sábanas que está en el cesto esperando a la colada… HORROR!!

¿Por qué no seré capaz de apagar y dormir a pierna suelta? ¿Es necesaria tanta actividad cerebral a esas horas de la noche? Es más, replanteo la pregunta ¿es buena toda esa actividad cerebral a esas horas de la noche?... Yo creo que no, pero, lo que yo crea a mi cerebro “se la refanfinfla”… y ahí le tenéis, dale que te pego, pensando y haciéndome pensar a mí.

Por otro lado, tengo que confesar que en esas horas de insomnio se me han ocurrido las mejores ideas de mi vida y he solucionado los problemas más peliagudos, así que, tampoco debería quejarme… una de cal y otra de arena (aunque nunca he sabido cuál de las dos es la mala y cual la buena).

El caso es que, una vez más escribo estas líneas para intentar #reinventarme y pretendo cambiar mi mentalidad activa nocturna para poder volver a sentir la sensación de placer y relajación y ver esa sábana blanca limpita, tendida y oliendo a flores silvestres.

Tendré que probar el mindfulness ;)


Gracias a :


y a



Por darme la percha para este post.


Besos


Carmencita

martes, 25 de julio de 2017

una gran idea

Viernes 21 de julio, una y media de la madrugada, radio sintonizando “HABLAR POR HABLAR” de la cadena SER. Francisco, 78 años (niño de la posguerra), habla desde Jaén, cabeza muy bien amueblada, culo pelado de viajar por el mundo obligado por su etiqueta de emigrante forzado (bando equivocado, necesidad de huir).

Ya os he puesto en antecedentes, pero me falta lo más importante, la idea que lanzó al aire, a las ondas… Había oído que 300 pueblos españoles se estaban muriendo por falta de gente y él emplazaba a las autoridades competentes a traer a todos esos refugiados que están huyendo de la guerra para repoblarlos.

Su idea me emocionó por lo sencilla y lo apasionante a la vez.

Toda esa gente, afinada en campos “de concentración modernos” repoblando pequeños pueblitos españoles, dándoles vida, haciendo que esos viejitos que todavía siguen allí se conviertan otra vez en abuelos de cientos de niños que derrochan amor y cariño por los cuatro costados.

Hombres y mujeres jóvenes, fuertes, deseosos de trabajar, de reformar casas viejas y abandonadas, de volver a reír y sobre todo con ganas de olvidar su pasado y comenzar una nueva vida, donde sea, donde les acojan.

Francisco no dejaba de repetir la misma frase “20 familias en cada pueblo podría ser el renacer de los mismos, ¿por qué no pueden traerlos para que esos pueblos vuelvan a vivir, para que esos habitantes que todavía quedan morándolos (el más joven de uno de ellos rondaba los 60 años) vuelvan a sentir que el pueblo se llena de gente y puedan vivir sus últimos años rodeados del bullicio que recordaban?".

Pues si Francisco, yo misma me iría ahora mismo a un pueblito de esos a #reinventarme, y a reinventar a mi familia.

A quitarle a golpe de aire fresco y naturaleza todo lo que tenemos de urbanitas, esa dependencia a los dispositivos móviles y digitales, esa prisa continua, ese no saber disfrutar de los pequeños momentos.

Ahora mismo me iría yo a un pueblito a disfrutar de la tranquilidad de ver a mis hijos crecer “asilvestrados” corriendo por las calles en bici o patinete, yendo al cole solos o a hacer “los recaos” como me mandaba mi abuela a mí, sin temor.

Ahora mismo, si, a cultivar una huerta, ordeñar una vaca (la de leche que beben los tres cerditos y el lobo, caray), a derrochar creatividad por los cuatro costados y a vivir la vida tranquila de los lugareños.

Y que me impide coger carretera y manta y salir corriendo del sitio donde vivo actualmente… EL MIEDO, si, un miedo atroz a no sé qué, a fracasar, a no saber gestionar bien lo que parece tan fácil y sencillo…

Muchos gurús te animan con frases como “el que no lo intenta no sabe si lo conseguirá” y ¿Qué pasa con el que lo intenta y no llega?

¿Qué pasa si consigo convencer a Mi Santo, los dos dejamos nuestro aburrido pero seguro trabajo y nos liamos la manta a la cabeza para emprender esta idea loca y no sale bien? ¿Qué pasa si saco a mis hijos de su colegio, de sus actividades extra-escolares, de su urbanización cerrada para llevarlos a un sitio en el que solo hay campo y aire fresco y no les gusta?

Y… ¿qué pasa si lo dejo todo cómo está? Lo veis, ese MIEDO a lo desconocido aparece otra vez.


Otra forma de #reinventarme

Besos
Carmencita

martes, 18 de julio de 2017

conciliar

Cuando escucho palabras y frases como empoderamiento, igualdad de género, conciliación familiar, dedicación plena, flexibilización de horarios, prioridades, cuota de género se me abren las carnes.

Yo solo sé que la palabra Mujer y la palabra Madre se repelen cual imanes al revés, como bien decía ayer Laura Baena, fundadora de Club de MalasMadres en el periódico Expansión, “ponen la M de Mujer y la M de Madre y se acabó tu carrera”.


LINK A www.expansion.com - Artículo DIRECTIVAS...

Según el estudio que han realizado desde el Club de MalasMadres, 6 de cada 10 mujeres debe renunciar a su carrera profesional.

¿Qué nos pasa?, ¿por qué nos pasa? ¿Cómo hemos podido llegar a estos extremos?

Echan la culpa a la educación, a las leyes, a la forma que tenemos de enfocar el trabajo y, como no, a nosotras, que nos hemos dejado mangonear y ahora nos estamos dando cuenta del percal.

El caso es que entre unos y otros, la casa sin barrer (nunca mejor dicho) y mientras tanto, de igualdad de género y de conciliación NASTI DE PLASTI.

Mi Santo y yo seguimos llegando a casa y teniendo que lidiar con los tres cerditos, y eso que tenemos ayuda de los 4Superabuelos, que si no… no quiero ni pensar, pero cada dia sigue siento un infernal encaje de bolillos y cada vez que surge un contratiempo o una fiesta escolar no planificada se masca la tragedia y los ataques de ansiedad florecen.

¿Hasta cuándo podremos aguantar? Como diría alguien que yo me sé “día a día” o “partido a partido” porque es imposible planificar, imposible ver más allá, los planes se trastocan en medio segundo y ya puedes ser de reflejos rápidos y tener plan B, C, D etc, que por muchas letras que tenga el abecedario siempre serán pocas cuando aparecen los problemas.

Hablan del teletrabajo como la panacea, el remedio de todos los males del mundo, pero yo creo que hasta que no cambiemos de mentalidad, no podremos dar un paso más hacia la deseada conciliación.

Debemos reinventarnos y reinventar a esa gente que sigue viendo a las mujeres como simples vientres, esas personas que siguen preguntando en las entrevistas de trabajo “¿estás pensando en tener hijos a corto plazo?” o que te advierten amistosamente que “en este trabajo se sabe cuándo se entra pero no cuando se sale… lo digo porque como eres madre de tres…”, esas personas que te espetan un “claro, como tú te vas a las 14:30h porque tienes jornada reducida…” y se quedan tan tranquilas…

En fin, para qué seguir enumerando tantas y tantas situaciones injustas que debemos vivir todos los días, tanto hombres como mujeres, es hacerse sangre para nada.

Como apuntó Silvia Gayo, directora de Operaciones de Direct Seguros, los retos son otros: conseguir que la lucha sea conjunta (hombres y mujeres), que la educación venga "ya puesta de casa" y que se desarrolle también en las empresas y que se promueva la remuneración por objetivos y no por tiempo… que también los hay que valoran el quedarse en la empresa “trabajando” hasta que les dan las uvas… y más de uno se está tocando las narices o mirando las musarañas (véase, consultando internet, leyendo periódicos online, etc) y haciendo el paripé.

Os invito a leer detenidamente el artículo del periódico Expansion y tomar vuestras propias conclusiones.


Yo ya tengo las mías y una vez más termino con otra forma de #reinventarme

Besos


Carmencita

jueves, 13 de julio de 2017

Aprenderse

LINKA A LA IMAGEN ORIGINAL: https://www.instagram.com/p/BWGWUuDgYZ2/?taken-by=flordejopo




Gracias a @flordejopo y @pelaeldiente. Ellos “son los culpables” de que, una vez más, utilice una imagen de Instagram como percha para este post de mi nueva etapa cuyo objetivo es #reinventarme.
Y qué mejor manera que autorealizándome un INFORME DAFO.

Si, eso es lo que necesito, aprenderme de una vez mis debilidades, mis amenazas, mis fortalezas y mis oportunidades, porque me da que las tengo un poco olvidadas.

Debilidades: uff!! Que difícil!! creo que tengo demasiadas. La más importante, a mi criterio,  es el hecho de tomarme demasiado a pecho las cosas y tener demasiado en cuenta la opinión de la gente. Debería olvidarme del “qué dirán” y aplicarme la norma “me la refanfinfla” para poder vivir un poquito más tranquila.

Amenazas: Mi “pronto”. Soy de esas que encienden mecha rápidamente y permanezco así durante “demasiado tiempo”… cuidado conmigo cuando estoy enfadada, mejor no cruzarse porque los rayos que salen de mis ojos podrían fulminarte.

Fortalezas: uff!! Otra cosa que me parece muy complicada de plasmar, porque todo lo que diga va a sonar a “venga, se está tirando una de flores…”. Productividad (cojo lo que me echen), trabajo en equipo, imaginación (ideas a tutiplén).

Oportunidades: mi afán por aprender y este nuevo objetivo de #reinventarme.

Bueno, pues la teoría ya ha quedado reflejada, ahora solo hace falta que me grabe todo esto a fuego en la cabeza ( y puede que en alguna parte de mi cuerpo al estilo MEMENTO) para que no se me olvide.

Otra forma de #reinventarme

Besos

Carmencita

miércoles, 12 de julio de 2017

melarefanfinfla

Ayer fue un día malo, uno de esos en los que mejor no haberse levantado de la cama, porque… ¿para qué?

La situación que viví fue una de esas en las que tú sabes perfectamente que has hecho las cosas bien pero hay alguien que se empeña en decir lo contrario, niega y niega la mayor, te dice una y otra vez que lo que le estás contando no es cierto y después de pelear durante DEMASIADO TIEMPO se queda sin argumentos y  te da la razón como a los locos, dejándote totalmente descolocada.

¿Habéis pasado alguna vez por ello?

Sinceramente, estuve fatal toda la mañana, sintiéndome la última xxx del mundo, rememorando una y otra vez los pasos que había dado y en qué “me había equivocado” para que ese alguien pensara que yo era una incompetente… llegué a casa tan cansada que solo quería tumbarme y dejar que pasara el día, así, sin más.

Después, bicheando INSTAGRAM, me encontré con esta imagen de @detrimentolopez  (gran artistaza) y pensé que tenía tooooda la razón del mundo.



LINK A LA IMAGEN ORIGINAL: https://www.instagram.com/p/BWaWLxxDiMN/?taken-by=detrimentolopez

Volví a pensar en el tema y me di cuenta de que no merecía la pena estar así, que debía resetear y pensar como Detrimento, que me la refanfinfla, que yo sé que mi versión era la real y que existen universos paralelos (nunca mejor dicho) en los que las fechas del calendario se mueven a gusto del consumidor y en los que las peticiones se remiten cuando se tercia y no cuando se solicitan.

Hacía tiempo que no me encontraba con algo así, de hecho, la ultima vez que me sucedió escribí un poema que seguro que está en alguno de los post de este ya viejuno blog… a ver si lo encuentro.

Era más joven y más creativa a la hora de afrontar este tipo de situaciones. Ahora, con mis años, prefiero utilizar esta frase tan tarantan que lo resume todo…

Lo dicho: ME LA REFANFINFLA


OTRA FORMA DE #REINVENTARME

Pues eso, guapetorros, ahí os dejo

Besos

Carmencita

lunes, 10 de julio de 2017

¿cómo es posible?

Hace unos días, viniendo a trabajar, escuchamos una noticia que nos dejó helados.

Habían encontrado el cadáver de una mujer en su casa, había muerto hacía 8 años y nadie, repito, nadie se había dado cuenta de dicho fallecimiento.

Los vecinos no vieron nada extraño, es más, pensaron que se había mudado. Y eso que su coche seguía aparcado en la plaza de garaje correspondiente y acumulaba polvo y suciedad.

Tampoco sus amigos ni familiares. La pobre mujer no debía ser muy popular/querida.

Solo la inmobiliaria a la que religiosamente pagaba el alquiler vía transferencia se dio cuenta de que pasaba algo raro cuando dejó de recibirla. Se puso en contacto con las autoridades de turno para denunciarla por “impago” y cuando fueron a entregar la notificación pertinente, allí se encontraron con el cuerpo presente de la mujer.

No quiero hacer de esta noticia un chascarrillo gracioso. A mí no me resulta tema de risa, al contrario, me resulta la mar de triste morir y que nadie “te reclame”.

¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos llegado al punto de vivir tan encerrados en nosotros mismos que la vida/muerte de una persona nos pasa desapercibida?

¿Dónde han quedado aquellas comunidades de vecinos en las que todo el mundo se conocía, donde podías bajar a pedir las llaves si se te habían olvidado dentro de casa o a pedir que te prestaran un huevo, un poco de sal o que se quedaran con tu hijo porque tenías que ir al médico?

Siento ponerme melancólica pero el tema lo merece. Yo recuerdo perfectamente que cuando vivía en casa de mis padres todos los vecinos se conocían y se preocupaban unos de otros. Siempre estaba el típico que no caía bien a nadie, pero no llegaban a darle de lado del todo, seguro que se habrían dado cuenta de su ausencia en unos días, no habrían esperado a que pasaran 8 años.

Pero ahora, que vivimos con tanta prisa, a penas cruzamos una palabra con nuestros vecinos, el que más o el que menos, sube del garaje directamente a su casa y no pasa por descansillo ninguno.

Yo he tenido, en este caso, más o menos suerte, he dado con una comunidad de gente joven con niños que han hecho una piña al “viejo estilo”. La forma de comunicación es via wsp (jejejeje, como no) pero por lo menos, tienes a quién preguntar y siempre hay alguien que contesta y te echa una mano.
Lo del tema de los niños ha ayudado mucho, porque en el parque de la urbanización tienes que “socializar”. El que quiere lo hace y el que no, se sienta en el banco y “se hace el sueco” (que también los hay).

Pero desde pequeño blog me gustaría reivindicar el abandono de esa actitud “individualista radical” que tenemos todos, ese “yo soy yo y a los demás que les den”, y volver al sencillo arte de convivir.

UNA NUEVA FORMA DE #REINVENTARME, DE #REINVENTARNOS


Besos

Carmencita


viernes, 7 de julio de 2017

Declaración de intenciones 2.0

Hace tiempo, en una reunión/cena de compañeros de colegio, a los que no veía desde hace la tira de tiempo, se me ocurrió preguntar por el deseo que pedirían al soplar las velas de los 40 años.

Uno  de ellos me respondió que su deseo para los 40 era llegar a los 41.

Si lo pensamos, es un deseo coherente y no muy difícil de alcanzar, pero… ¿en qué condiciones?

Y es que cuando llegamos a la temible barrera de los 40 (en mi caso desde el pasado 15 de abril) la cabeza se te llena de dudas existenciales y preguntas que, en un principio, parecen tan obvias que te da miedo formularlas… pero que si no te las haces y las respondes, se terminan enquistando.

Esas temidas preguntas son:

¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Me gusta la vida que estoy viviendo? y la más importante de todas… si no me gusta lo que veo ¿cómo puedo cambiarlo?

Pues bien, una servidora va a ser valiente y va a responder a esas preguntas, aunque duela:

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Sinceramente, no lo sé. Ni en mis sueños más remotos, cuando fantaseaba con ser mayor, se me hubiera ocurrido verme con 40 años, casada y con tres cerditos, trabajando en algo que no me gusta y viviendo una vida que sé que podría mejorar.

Aclaremos: no me quejo de MI VIDA, pero esperaba más de ella. Esperaba llegar más lejos, sobre todo en el tema laboral. Me hubiera gustado encontrar un trabajo en el que poder disfrutar y crear, pero no ha sido así.

¿Me gusta la vida que estoy viviendo? Si y no.

Si: porque MI Santo y los tres cerditos son esos grandes tesoros que ni por todo el oro del mundo cambiaría. Son MIS logros, la fuerza que me ayuda a levantarme cada mañana.

No: porque sé que nos merecemos algo más, que esto no se puede quedar así, que hay que buscar una solución. REINVENTARME.

Y esa es la respuesta a la última pregunta ¿Cómo puedo cambiarlo? REINVENTÁNDOME

Y  eso es lo que tengo que conseguir: REINVENTARME por dentro y por fuera.

Mis 3 metas:

-          Ser una MALAMADRE a la que los tres cerditos hagan caso.
-          Realizarme LABORALMENTE hablando.
-          Ser una MILF.

Y para ello me pongo una fecha límite, el 15 de abril de 2018.  

Fer, hago tu deseo mío y…


 “A Dios pongo por testigo que conseguiré #reinventarme”.

Besos
Carmencita


martes, 4 de julio de 2017

ya son 10

Siempre encuentro la frase que tú habrías dicho...



Muchos besos Eva.
Te seguimos echando de menos

Tu Carmencita

domingo, 4 de junio de 2017

y van 9...

Este comentario sería muy suyo...

LINK A LA IMAGEN ORIGINAL

Eva, cada vez te echo más de menos...
Donde quiera que estés, espero que haya mucha cerveza y que tengas un ratito para conectarte a Internet y ver este blog y para cuidar de nosotras.

Muchos besos de tu Carmencita.

jueves, 4 de mayo de 2017

ocho ya

Y no hay día que no te mencionemos, Eva.


Estoy segura que si todavía andaras por aquí, dirías esto con esa naturalidad que te caracterizaba :)

Donde quieras que estés, seguiremos acordándonos de tí.

Besos de tu Carmencita

martes, 4 de abril de 2017

jueves, 16 de marzo de 2017

sábado, 4 de marzo de 2017

Medio año sin ti

y lo que nos queda...

Imagen original en @cabrinazi

Nunca podré olvidarte... la Muerte dice que nunca se desaparece del todo si se deja un bonito recuerdo... y el tuyo no es bonito es ... INDESCRIPTIBLE.
Tu pérdida se nos hace eterna.


Besos de tu Carmencita


jueves, 16 de febrero de 2017

3 años y 10 meses


Nos acercamos a la fecha critica. Dentro de nada de cumple...

Besos tiernos de los MiniCarmencitos y de una servidora.

sábado, 4 de febrero de 2017

5 meses


LINK A LA IMAGEN ORIGINAL

Eras un gran HOGAR, tus abrazos reconfortantes... los echo de menos, al igual que te echo de menos a ti.
Cinco meses son muchos meses y seguiremos sumando, porque tenemos que ir asimilando que no volverás.
Donde estés, te envío miles de besos...

TuCarmencitadesolada (llena de tristeza y dolor)

















martes, 17 de enero de 2017

tu cumpleaños


LINK A LA IMAGEN ORIGINAL

Homenaje a una de las cosas que más le gustaba del mundo, salir de cañas

Donde quiera que estés...

FELIZ CUMPLEAÑOS, EVA

Besos
TuCarmencita

lunes, 16 de enero de 2017

3 años y 9 meses



Otro año, otro mes, otro motivo para hacernos felices

Os queremos miniCarmencitos

MamáCarmencita,Santo y Panceta