El pasado 22 de agosto nos dieron
una gran noticia, nuestro pequeño amigo, nuestro pequeño buda, había vencido
todos los asaltos y el TAC confirmaba que todo estaba normal… POR FIN!!!
Cuando le vimos esa tarde su pelazo
negro se había tornado rubio pasión, pero su sonrisa era la de siempre, y si el pelo se queda así, va a ser todo un
cambio de look.
Seguirá, durante algún tiempo,
teniendo que cuidar ciertas cosas y mirando donde “se mete”, pero a grueso
modo, podrá hacer vida normal.
La alegría fue tal que hasta se
me pasó plasmarlo aquí, no encontré momento de buscar otro GIF animado con más
aplausos y algún que otro beso para escenificar la alegría que la
CarmencitaFamily sintió cuando nos enteramos de la noticia… algo como:
y en eso estaba cuando un nuevo
mazazo ha sacudido mi vida.
Tranquilos, el pequeño buda está
bien, sigue disfrutando de su recuperada salud y nos planteamos ir a una
carrera con final de fiesta a lo indio (guerra de polvos de colores).
Fue otra
persona, que se había convertido en parte importante de mi vida, la que, de
repente, desapareció.
Se marchó un viernes de
vacaciones, “dando por saco” con su característico humor negro.
Nos dijo: “ahí os dejo a todos, biencolocaitos en vuestras sillas de
trabajo” – “yo me voy a disfrutar de mis
merecidas vacaciones a mi pueblo, a bañarme en el rio y a seguir construyendo mi
casa de campo”.
Su casa de campo estaba a medias
y no paraba de quejarse de la PXXA chimenea, y no tenía inconveniente en decirle
a su chico (nunca la oí pronunciar la palabra marido) cuatro frescas sobre el
tema, no le gustaba como la estaba “planteando” y no tenía pelos en la lengua
para hacérselo saber.
El caso es que el lunes, 5 de
septiembre, sonó el teléfono de su sitio y desde ese instante todo cambió.
NO
MÁS pasteles, NO MÁS palmeritas de chocolate, NO MÁS hueveras rosas, NO MAS “
no sé si os lo he dicho pero me tenéis muharta” , NO MÁS “Ay Dios de los
espacios infinitos”… y así podría estar un buen rato, recordando sus frases,
sus movimientos y sobre todo su risa, que se oía de su sitio al mio.
Cada vez que me doy la vuelta
espero verla entrar por la puerta tras haberse “echado un piti” , pero sé que
eso YA no va a pasar.
Hace unos días encontré en
INSTAGRAM estos dos micropoemas de @mikinaranja:
y pensé que seguro que le
hubieran encantado, pues definen a la perfección su forma de ser, su visión de
la vida y SOBRE TODO, la forma en la que se fue.
Sirvan estos micropoemas como
sincero homenaje pues me gustaría haberle dicho tantas cosas… me quedo con el
beso que la di cuando me despedía de ella ese viernes en que comenzaba sus
ansiadas vacaciones, quién me iba a decir que sería el último.
MUCHOS MÁS BESOS, EVA
TuCARMENCITA