martes, 4 de diciembre de 2018
domingo, 4 de noviembre de 2018
miércoles, 31 de octubre de 2018
Sentirse huerfana
No somos una familia al uso. Mi
hermana vive fuera y nuestras vidas locas nos impiden vernos todos los días como
lo hacen otras familias, pero no pasa nada. No nos agobiamos con continuas visitas. Tampoco somos mucho de teléfono,
solo llamamos cuando realmente hace falta o cuando realmente queremos saber
algo. No descolgamos el teléfono por bobadas. Si, ya sé, a veces está bien
hacerlo solo para oír una voz “familiar” al otro lado, solo para ver cómo lleva
la mañana o como ha pasado el día, pero… no nos sale…
Los acontecimientos actuales nos
han hecho ver que esto tiene que cambiar, yo intento ver a mis padres más a
menudo y mi hermana llama casi todos los días, pero seguimos siento una familia
un tanto despegaaaaa.
Por eso se me hace duro pensar
que, algún día (espero que muuuuuuy lejano) esa sensación de orfandad llegue a
nuestras vidas y no porque yo lo quiera, si no porque ocurra de verdad.
Y es que, desde hace un tiempo,
llevo preguntándome qué se debe sentir cuando te faltan dos miembros tan importantes
en tu vida.
Recuerdo como reaccioné cuando me
enteré de la muerte de la madre de una chica a la que apenas conocía. Llegue a
casa llorando y lo primero que hice fue abrazar a mi madre y decirla que no podría
vivir sin ella. Se asustó bastante porque hasta que puede contar la razón de mi
llanto desesperado pasó un buen rato.
También recuerdo el funeral del
padre de otra amiga, la vi derrumbarse y sentí tal sentimiento de empatía que mis
lágrimas brotaron como hubiera sido mi padre el que hubiera fallecido.
El año pasado, por estas fechas,
tuve la oportunidad de acompañar a mi madre al cementerio. Ella ya ha enterrado a sus padres y podría
haber hecho LA PREGUNTA, pero no me atreví. No quería hacerla sentir más triste
de lo que ya la veía y, sinceramente, tampoco quería saberlo, no me sentía
preparada.
Y AHORA TAMPOCO.
Sé que es ley de vida, que no nos
podemos quedar aquí para siempre, pero no concibo la idea de no poder verlos
porque YA NO ESTÉN y no porque “no me dé la vida” para verlos.
La solución, sencilla: llamar
todos los días (aunque no tengamos mucho que decirnos) y establecer un
calendario de visitas con horarios para poder hacernos un hueco en
nuestra “apretada agenda”. Vamos, dejar de hacer lo que para nosotros es “lo
normal” es decir, “no agobiar”.
PUES NO LO CREO.
Lo mejor es atesorar momentos DE
CALIDAD, aunque sean POCOS, pero intensos, y esos no se pueden planear, no se
puede “gestionar la agenda” para tenerlos. DEBEN SURGIR.
Esos momentos son mágicos,
inesperados y sobre todo INOLVIDABLES. Esos momentos pueden durar un segundo o
varias horas y tampoco tienen que vivirse haciendo algo extraordinario. Pueden
surgir viendo la televisión o sentados
en el sofá sin hacer absolutamente nada, solo ESTANDO AHÍ. Esos son los
verdaderos MOMENTOS, los de mayúsculas,
subrayado y negrita.
CONCLUSIÓN: Debo asumir que ESE OTRO MOMENTO
(ni siquiera puedo escribirlo) llegará algún día y que no voy a estar
preparada. A lo mejor tengo que hacer de tripas corazón y atreverme a
preguntar. Esa sería otra forma de #reinventarme.
jueves, 4 de octubre de 2018
2 años y 1 mes
Estás en las estrellas. Te veo todas las noches.
Gracias a @pelaeldiente y @damian_gorny
Besos de tu Carmencita
jueves, 13 de septiembre de 2018
MORIR DE ANTICIPACIÓN
Mañana es un día importante para
nosotros. Mañana nos van a comunicar algo que hará que podamos empezar a
escribir en aquel libro en blanco del que os hablé hace ya dos meses. Y mi
subconsciente no me deja de enviar mensajes con posibles futuribles, todos
ellos nada halagüeños.
Sí, es lo que he denominado el síndrome
de “morir de anticipación” o síndrome “de la pitonisa” y que es una de las
tantas cosas que debo evitar para poder #reinventarme.
Os cuento y ya me decís si soy yo
sola u os pasa a vosotros también.
La mayoría de las veces ya sé cómo
va a acabar la película. Y no estoy hablando de los tan de moda SPOILERS, que
yo prefiero denominar “destripes” (por
usar el castellano, que nunca viene de más). Estoy hablando de que, ante una
determinada situación, ya sé cómo va a acabar el asunto. Mi mente se crea “la película
completa” y me cuenta el final en menos que canta un gallo.
Un ejemplo: Veo a uno de los tres
cerditos correr como un poseso por el parque y mi mente me manda un mensajito
que me dice “ya verás cómo termina en el suelo”. Acto seguido de mi garganta
sale un grito desgarrador (soy MAMADRAMAS) diciendo algo así como: “No corras,
que te vas a caer” y, desgraciadamente, ya sea porque mis hijos tienen el gen
torpe muy subido o porque es lo normal en todos los niños, el susodicho resbala
y cae.
Si fuerais malas personas diríais
que, a lo mejor, con mi grito he descolocado al niño y por eso se ha caído o
que yo soy el problema porque soy gafe. No creáis que no lo he pensado, pero no
os quedéis en la punta del iceberg, vayamos a la parte profunda del tema y
motivo de esta entrada de hoy: EL SÍNDROME DE MORIR DE ANTICIPACIÓN.
Decidme: ¿Por qué reaccionamos así?
¿Por qué queremos anticiparnos a los acontecimientos? Y lo más importante ¿Por
qué pensamos SIEMPRE en lo peor?.
Intentaré responder a las tres
preguntas, y os pido que vosotros reflexionéis también sobre ellas.
¿Por qué reaccionamos así? Pues no
lo sé, lo que sí sé es que no conozco a nadie que viva tan despreocupadamente
como para no pensar o vaticinar qué es lo que va a pasar, ni a corto ni a largo
plazo. Vivimos en un mundo en el que el futuro ha pasado a ser prioridad
(pensiones, ahorros, etc.) y el presente solo un día más que tiene que pasar
rápido para que llegue mañana, y así una y otra vez. BUCLE TOTAL.
¿Por qué queremos anticiparnos a
los acontecimientos? Pues entiendo que para poder cambiarlos. Si sabes lo que
va a pasar tienes una remota posibilidad de poder modificarlo y que lo malo
torne a bueno. Pero mirad lo que le pasaba a BILL MURRAY en “Atrapado en el
tiempo” (y no digo más que no quiero destripar la película).
¿Por qué pensamos SIEMPRE en lo
peor? Si, ya sé, para que las cosas buenas pasen hay que ser positivos y ver el
vaso medio lleno, pero, admitidlo, NADIE lo hace, todo el mundo, SIEMPRE, se
pone en lo peor, ya sea porque somos negativos por naturaleza o porque es un
mecanismo de defensa, así, si al final no pasa nada malo por lo menos ya nos habíamos
puesto en guardia.
El caso es que se supone que
debemos vivir el momento y disfrutar de los pequeños placeres diarios que nos
depara la vida, y yo lo intento, y yo quiero hacerlo, pero en estos momentos, “no
me sale”, mi mente me manda uno tras otro mensajes sobre lo que va a pasar y no
me gustan nada de nada, pero no puedo evitar que lo haga y, sinceramente, no sé
si quiero que deje de hacerlo, a lo mejor es solo un mecanismo de defensa, pero
para mí es un desahogo poder ponerme en guardia para lo que pueda pasar.
La esperanza es lo último que se
pierde, y yo la estoy empezando a perder.
Intentaré empaparme de todos esos
mensajes positivos que recibo diariamente por varios canales y que a mi me
ponen algo nerviosa, no se puede ser tan feliz a todas horas, demasiado azúcar es
imposible de digerir y yo soy un poco diabética en estos temas.
Permitidme que haga esta broma
para que terminemos esta entrada de hoy con un poquito de humor, porque ya me había
puesto bastante seria. Aunque no sé yo si se pueden hacer bromas de este tipo,
tal y como está el patio.
En fin, resumiendo, debo evitar
el “síndrome de la pitonisa” para poder #reinventarme y repetir esto como un
mantra hasta creérmelo… jajajajajaja
Besos
Carmencita
martes, 4 de septiembre de 2018
2 AÑOS
He dejado de decir que hadas malditas te
acunaron en el agua.
No consuela.
Partes de ti que ya no tenemos,
años que pasan
sobre tejas de
arena mojada.
Días y sombras
ojos que ya no lloran.
Dos
olas ¿o son dos alas?
Solo tú lo sabes
Besos de tu Carmencita
viernes, 31 de agosto de 2018
TRANSICIÓN TRANQUILA DE AGOSTO A SEPTIEMBRE… EN MIS SUEÑOS.
Hoy es 31, último día de agosto,
el mes en el que todo se paraliza salvo eso que llaman “maternidad/paternidad”
(habría que inventar una palabra SINGENERO) porque cuando se tiene esa profesión, lo de cerrar por
vacaciones no existe, hay que estar dando
el callo las 24 horas de los 365 días del año.
Y es que puede sonar a tópico manoseado,
pero, necesito unas vacaciones para poder reponerme de las vacaciones que han
tenido los tres cerditos, y creo que el LOBO, es decir, mi Santo, también firmaría
por un par de diitas en cualquier lado (véase a la vuelta de la esquina) si eso
significara poder relajarse oyendo sus pensamientos.
No hay padre/madre con el que
hables que no diga que sus hijos están “para regalarlos” porque no hay quien
los aguante. Pues los míos, ni regalaoooos, que lo he intentado en varios
grupos de wasap y na de na, y mira que en el pack van un par de entradas para
el concierto de U2, pues ni por esas.
Que yo no digo que los niños son
niños, que ya sé que tienen que jugar, divertirse y experimentar, pero ¿por qué
no podrán hacerlo en un tono normal?, por qué tienen que andar siempre gritando
e intentando hacer el bruto, que pasamos de la risa al llanto en un pis pas,
con el correspondiente mosqueo parental y la correspondiente reprimenda.
Y mira que a principio de verano todo
son buenas intenciones, que nos rompemos la cabeza buscando cosas interesantes
y novedosas que hacer para que no se aburran, pero, esa bendita palabra siempre
termina aflorando de sus benditas bocas, por mucha plastilina fluorescente o baño de chocolate que te inventes. Al final
terminas repitiendo cual mantra: “el año que viene hay que hacerlo de otra
manera”.
El caso es que llega septiembre y
como quien dice: “la casa sin barrer”. Volvemos al caos, a las carreras, a la
no conciliación entre la vida laboral y la personal y todo porque NO HAY TIEMPO
para nada.
PLANIFICACIÓN se ha convertido en
la palabra mágica que todos utilizamos. Ese encaje de bolillos que tenemos que
hacer para que todo cuadre y no haya fleco suelto que nos deje a los niños sin
atención mientras los padres levantamos España.
Tiramos de extraescolares,
abuelos-nanys y demás estrategias para conseguir cuadrar el planning diario.
Siempre nos quedarán los fines de
semana…
JA!
Mejor no hablar de los fines de
semana. Esos en los que a la gente normal
les da tiempo a salir, hacer actividades chulas, y sobre todo, A RASCARSE LA
BARRIGA a dos manos, lo que todo el mundo conoce como DESCANSAR (otra palabrita
mágica).
¿Cómo lo hacen? NI IDEA, he
buscado en google la receta y no me han aparecido datos. Debe ser que en mi
casa somos TONTOS DEL BOTE pues nuestros fines de semana se han convertido en
una prolongación de las carreras, llenos de tareas hogareñas que hacer como
poner lavadoras, planchar, limpiar, ir a la compra, cocinar para la semana,
etc. Y ya, si acaso, nos quedan unas horitas para ir al parque o bajar a la
piscina.
Lo dicho, debo #reinventarme en
este aspecto y conseguir un equilibrio zen entre las demandas contra el
aburrimiento y la necesidad de desconexión
Ya os cuento si lo consigo
Besos
Carmencita estresaaaaaaaaa
PD. Y que conste que en el titulo he puesto "en mis sueños" por ser diplomática, porque preferiría haber puesto " MIS CXXXXXNES" como bien dice una amigüita/vecina que nos hemos echado en la urba donde vivimos... LUCI, va por tí, maezzzztra. JAJAJAJAJAJA.
PD. Y que conste que en el titulo he puesto "en mis sueños" por ser diplomática, porque preferiría haber puesto " MIS CXXXXXNES" como bien dice una amigüita/vecina que nos hemos echado en la urba donde vivimos... LUCI, va por tí, maezzzztra. JAJAJAJAJAJA.
sábado, 4 de agosto de 2018
jueves, 26 de julio de 2018
soy un libro en blanco
Así reza en mi foto de perfil de
wsp junto a esta foto y es que es la
pura verdad.
Hace unos días, charlando con una
amiga, me comentó algo de su cansancio crónico y me dije para mí, “este tema es
carne de post”, pero, hete aquí que, de un día para otro, he tenido que
cambiarlo porque, de un día para otro, nuestra
vida ha cambiado.
Es lo que tiene VIVIR, un día
estás aquí y al día siguiente allí, un día estás pletórica y al día siguiente
arrastrándote como un gusano. Y, ¿qué digo de “al día siguiente”? la vida te
puede cambiar en un minuto, en un segundo, y eso nos ha sucedido a nosotros.
Sinceramente, llevaba ya unos
meses en los que la vida no me sonreía, problemas varios, agobios varios y
demás variaciones hacían presagiar que algo más malo estaba por llegar… YO Y MI
OPTIMISMO (si, yo primero porque el burro delante para que no se espante, bueno, en este caso la burra
:).
Y no me equivocaba,
cuando parecía que, por fin, veía la luz al final del túnel… ZASSSSS!! NOTICIÓN.
Y no de los buenos, si no de los que te dejan como si un camión
te hubiera pasado por encima. Un enorme mazazo en la cabeza que te deja K.O.
Por eso me toca, una vez más, #reinventarme,
por eso lo del libro en blanco y lo de volver a escribir nuestra vida porque la
anterior parece ya lejana y sin sentido.
Toca echarpalante y afrontar lo
que viene con la mejor cara del mundo para que ese tropezón no consiga ser caída.
Y hasta aquí puedo leer.
miércoles, 4 de julio de 2018
miércoles, 13 de junio de 2018
CONCILIANDO CUANDO LLEGAN LAS VACACIONES
Ya sé, me vais a decir que esto
no tiene nada que ver con el #reinventarme que nutre este blog desde hace
tiempo, pero es que resulta que o escribo sobre este tema o reviento…
Así que, allá voy…
A todo el mundo se le llena la
boca con el tema de la conciliación y ahora que llegan las vacaciones, a todos
nos pasa que nos quedamos “SOLOS TU Y YO”, jejejeje (risa nerviosa) porque…
¿Qué hacer cuando los niños disfrutan de tres meses de vacaciones y los padres apenas
tenemos SOLO UNO? Pues yo os lo digo: ENCAJE DE BOLILLOS.
El pasado jueves comía con una
compañera de trabajo y me comentaba como había conseguido cuadrar las
vacaciones con tres hijos. “Primero las colonias - me decía - después se irán
con mis padres a la playa, después con mis suegros, luego se ha cogido Pepe las
vacaciones, después me las he cogido yo y por ultimo nos iremos todos juntos”.
Hale, rompecabezas “apañao”.
Y es que cuando llega la época
estival, los padres empezamos a sudar la gota gorda, y no precisamente por el
calor (que también) si no porque vemos la que se nos avecina cuando los niños
terminan el colegio… ¿Qué hacemos con ellos?
Si, si, alternativas hay muchas.
De primeras a mi Santo y a mí se nos ocurren: Actividades gratuitas o de pago
con el Ayuntamiento, campamentos urbanos que ofrecen centros de “naturaleza
diversa”, etc., aunque, “con la que está
cayendo”, muchas familias de padres y
madres trabajadores o en paro no pueden costear el precio de las mismas.
Entonces toca ser creativos: tardes de
piscina, noches temáticas (de cine, cocinas del mundo, papiroflexia y
globoflexia, manualidades…), escribir cuentos juntos, fiestas variadas (de
pijamas, de búsqueda del tesoro, de disfraces, de aventuras…), y para eso
además de mucha energía, se necesita algo de los que los padres carecemos:
TIEMPO.
Y entonces me diréis, LOS ABUELOS
SON LA SOLUCIÓN. En mi casa tengo una lámina que reza lo siguiente: los abuelos
deberían ser inmortales. Nada más lejos de la realidad. Los que tenemos la suerte de tener padres
jóvenes que pueden/quieren (y a veces desean) quedarse con nuestros
monstruitos, con la llegada del verano siguen ejerciendo. Pero, si somos sinceros, no veo yo a mi suegro
pintando uñas en fiestas de pijamas ni a mi madre preparando sushi para la
noche temática japonesa. Es más, los abuelos también NECESITAN desconectar para
coger septiembre con energías renovadas. Inmortales SI, descansados TAMBIÉN.
Recuerdo que cuando era pequeña
contaba los días para que llegara el verano. Tres meses para disfrutar y con mi
madre para pasarlos conmigo y con mi hermana. Mis padres alquilaban un
apartamento en la playa y allí que nos íbamos nosotras tres (mi padre se
quedaba de Rodriguez y venia los fines de semana). A veces solas y otras veces
con unos amigos que también dejaban al padre en Madrid, y nos divertíamos sin
ninguna otra preocupación.
Los vecinos y amigos con pueblo “emigraban”
y no los volvíamos a ver hasta que empezaban las clases, parecía que el tiempo
era igual para grandes y pequeños. Ahora… ¿Qué nos queda?: la desesperación, el
llanto amargo porque es casi imposible estar ahí, al pie del cañón, durante
esos tres meses, casi eternos, que dura
el verano escolar. Se nos acaban los recursos para tenerlos entretenidos.
Es más, ésta es la mejor época
para hacer cosas como introducir nuevos sabores en la alimentación de los
bebés, retirar el pañal a los pequeños, para enseñar a montar en bici o a
nadar, y quién mejor que nosotros, sus padres, para vivir ese tipo de nuevas
enseñanzas y experiencias, por qué tenemos que renunciar a ello o pasarles la
pelota a OTROS.
Como digo, los abuelos dejan de
ser una opción porque también necesitan sus MERECIDAS VACACIONES y llegamos a
la triste realidad: con tanto comernos la cabeza perdemos los momentos de calidad
veraniega con los niños. Llegamos a casa quemados del trabajo y sintiéndonos
culpables por “dejarlos colocados” con otros/as y perdemos lo mejor de su
infancia, los momentos de ocio y distracción, los momentos alejados del estrés
del colegio, los deberes y las “odiadas” clases extraescolares a las que, todos los días, les llevamos
corriendo (de un lado para otro, de un lado para otro, recita como un mantra mi
hijo el mayor).
Qué más quisiera yo poder pasarme
una mañana tirada en el césped interpretando las figuras que forman las nubes
con mis tres cerditos (y si el lobo se también
se apuntara seria bien recibido), hacer picnics interminables y peleas
de churros en la piscina, pero NO PODEMOS, NO NOS DEJAN, porque si ambos trabajamos
resulta imposible compartir TODO el verano junto a nuestros hijos.
Tengo la esperanza de que algún
día los que están en la cima (gobiernos y jefes varios) se darán cuenta de que
CONCILIAR es posible, pero ¿cuándo será eso?
Para rematar este lamento
desesperado solo comentar un último detalle, qué contentos se nos ve cuando
empieza de nuevo el colegio, solo hay que comparar caras de pequeños y de
mayores a la entrada de los mismos el primer día. Triste pero cierto,
vergonzoso, pues sí, pero es lo que hay.
NO PUEDO #reinventarme SI NO CONCILIO
#nomedalavida
lunes, 4 de junio de 2018
1 año y 9 meses
No sabes lo que te echo de menos.
Dicen que la gente como tú no se va hasta que dejamos de recordaros, yo he pensado muchas veces en dejar de rendirte este tributo mensual, pero luego me doy cuenta de que no puedo... o mejor dicho NO DEBO.
Besos de tu Carmencita
miércoles, 16 de mayo de 2018
Noches creativas
Gracias a amorendibujos por la inspiración |
Debo ser ave nocturna, pues me
manejo mejor en las noches, son lo mío.
Me acuesto y según coloco la
cabeza en la almohada me quedo dormida… pero a eso de las 3 de la mañana, me
despierto y las ideas empiezan a fluir, las cosas por hacer, las cosas que
podría hacer, las cosas que no he hecho, los proyectos que me encantaría
empezar… la lista es interminable y de una cosa paso a otra, y de otra a otra y
así hasta el infinito.
Mi cabeza es como la ilustración
que ilustra (valga la “rebuznancia”) este post, una maraña de ideas con una
misma raíz ¿POR QUÉ NO LO INTENTAS?
Pues sí, lo estoy intentando, como
uno de los escalones más que debo subir para conseguir #reinventarme, estoy
intentando darle salida a todos los pájaros que me rondan la cabeza, a los
buenos y a los malos, y, sorprendentemente, voy consiguiéndolo, eso sí, muy
pero que muy despacio.
Como una tortuguita, lenta pero
segura, los proyectos van saliendo.
Por fin conseguí tener mi rincón creativo (ahora ya solo queda
decorarlo y usarlo, lo dicho, poquito a poco). Por fin conseguí colgar los
cuadros y formar un gran corazón amoroso con las fotos de Mi Santo y una
Servidora a lo largo de todos los años que llevamos juntos. Por fin van
saliendo los kits/regalos personalizados que tanto están gustando entre la
familia y amigos.
Todavía queda mucho por hacer, el
trabajo se acumula en el salón, las cajas contenedoras de sorpresas se
reproducen por esporas, se multiplican exponencialmente y sé que, aunque Mi
Santo no lo dice, no le gusta ni un pelo ver que la casa parece un hospital
robaoooo.
Esta noche me pongo a ello, más
vale tarde que nunca ;)
Y mi gran proyecto, mi
#REINVENCION con MAYÚSCULAS, se siente, está presente y dentro de poco, si se
marchan los que se tienen que marchar, podrá ponerse en marcha (otra vez valga
la “rebuznancia”) a final de verano, con la fresca.
El OTRO, el innombrable, sigue
así, sin ser nombrado, porque como lo haga tres veces, al estilo Bitelchus, podría
aparecer, y todavía no sería bien recibido.
Si, ando misteriosa, lo sé, pero
es lo que tiene ser de las que piensan que si se cuentan los proyectos sin que
se hayan puesto en marcha se gafan, y no me apetece tener a Pepe Gáfez (una de
las personalidades de Alfonso Arús) rondando mi mente con el “qué mala suerte,
chato”… que bastante tengo ya con “mis pájaros” como para aguantar a un
canario.
#reinventarme
Lo dicho: Gracias a @amorendibujos por la inspiración.
Besos
MiCarmencita
viernes, 4 de mayo de 2018
un año y ocho meses
A veces, miro la puerta que tengo al lado de mi sitio y recuerdo cuando entrabas por ella diciendo "AY DIOSES DE LOS ESPACIOS INFINITOS"...
Besos
Tu Carmencita
domingo, 15 de abril de 2018
ACTUALIZANDO MI DECLARACIÓN DE INTENCIONES
Hace un año, cuando ingenua de mí,
cumplí los 40, me marqué una serie de metas, en aquellos momentos, bastante
alcanzables a mi entender (loca estaba).
El caso es que ya ha pasado un
año y.. ¿Qué ha pasado con mi “actualización”? PUES NASTI DE PLASTI…
Ahí se ha quedado todo, en el papel, o mejor dicho, en este POBRE blog… criando malvas y cogiendo
polvo (lo que más rabia os dé).
Esas temibles preguntas siguen
sin respuesta:
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Por ahora: vegetar.
¿Me gusta la vida que estoy viviendo? Pues no,
sinceramente, y poco estoy haciendo para cambiarla. Vuelvo a aclarar que, en
cuanto a mi vida familiar todo es casi perfecto.
El Panceta ha entrado en la “preadolescencia”
y eso es “paverloysufrirlo” pero, por lo demás, no me quejo.
Es mi vida laboral la que me trae por la calle de la amargura, la que sigue siendo un desastre, un fleco que me impide disfrutar de todo lo
demás, un pelo enquistado en la pierna que no me deja disfrutar de una buena
depilación.
¿Cómo puedo cambiarlo? Eso digo
yoooo, ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?
La respuesta a esta última
pregunta hace un año era: REINVENTÁNDOME
Y en ello estoy, pero os confieso
que me está resultando la mar de difícil. De las tres metas que me marqué no
creo haber conseguido mucho, pero SIGO TRABAJANDO EN ELLO.
A saber:
- Ser una MALAMADRE a la que los tres cerditos
hagan caso. Puffffffff, sin comentarios.
Ser una MILF. Esto es lo que más dificil me está resultando.
Realizarme LABORALMENTE hablando. JAJAJAJAJAJAJAJA.
-
Una es masoca y a riesgo de
repetirme cual ajo, vuelvo a lanzar la misma promesa al viento…
“A Dios pongo por testigo que conseguiré
#reinventarme”.
Y me vuelvo a poner una fecha
tope: el 15 de abril de 2019
#loconseguire
Carmi
miércoles, 4 de abril de 2018
un año y siete meses
La cerveza era tu perdición, si pudieses leer este cuadrito ahora, seguro que te descojxxxrías de la risa y espetaría "Si ya lo sabía yo"
Besos
Tu Carmencita
domingo, 4 de marzo de 2018
un año y seis meses
Querida Eva
Me encantaría haberte podido regalar esta taza.
Sigue haciéndoseme cuesta arriba tu ausencia. No creo que me acostumbre nunca.
Besos
Tu Carmencita
domingo, 4 de febrero de 2018
un año y cinco meses
Eva,
Podías llegar a ser la más borde, pero cuando cogías cariño a alguien, ya era para toda la vida.
Podías llegar a ser la más borde, pero cuando cogías cariño a alguien, ya era para toda la vida.
Te seguimos echando de menos
Besos de tu Carmencita
jueves, 4 de enero de 2018
un año y cuatro meses
No sé qué te pasaba con la cerveza, seguro que estas zapatillas te hubieran encantado, te las habría regalado por Reyes.
Te echo de menos, Eva
Besos
TuCarmencita
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