sábado, 4 de agosto de 2018

jueves, 26 de julio de 2018

soy un libro en blanco




Así reza en mi foto de perfil de wsp  junto a esta foto y es que es la pura verdad.

Hace unos días, charlando con una amiga, me comentó algo de su cansancio crónico y me dije para mí, “este tema es carne de post”, pero, hete aquí que, de un día para otro, he tenido que cambiarlo porque, de un día para otro,  nuestra vida ha cambiado.

Es lo que tiene VIVIR, un día estás aquí y al día siguiente allí, un día estás pletórica y al día siguiente arrastrándote como un gusano. Y, ¿qué digo de “al día siguiente”? la vida te puede cambiar en un minuto, en un segundo, y eso nos ha sucedido a nosotros.

Sinceramente, llevaba ya unos meses en los que la vida no me sonreía, problemas varios, agobios varios y demás variaciones hacían presagiar que algo más malo estaba por llegar… YO Y MI OPTIMISMO (si, yo primero porque el burro delante para que no se espante, bueno, en este caso  la burra :).

Y no me equivocaba, cuando parecía que, por fin, veía la luz al final del túnel… ZASSSSS!! NOTICIÓN. Y no de los buenos, si no de los que te dejan como si un camión te hubiera pasado por encima. Un enorme mazazo en la cabeza que te deja K.O.

Por eso me toca, una vez más, #reinventarme, por eso lo del libro en blanco y lo de volver a escribir nuestra vida porque la anterior parece ya lejana y sin sentido.

Toca echarpalante y afrontar lo que viene con la mejor cara del mundo para que ese tropezón no consiga ser caída.


Y hasta aquí puedo leer.

miércoles, 13 de junio de 2018

CONCILIANDO CUANDO LLEGAN LAS VACACIONES



Ya sé, me vais a decir que esto no tiene nada que ver con el #reinventarme que nutre este blog desde hace tiempo, pero es que resulta que o escribo sobre este tema o reviento…

Así que, allá voy…

A todo el mundo se le llena la boca con el tema de la conciliación y ahora que llegan las vacaciones, a todos nos pasa que nos quedamos “SOLOS TU Y YO”, jejejeje (risa nerviosa) porque… ¿Qué hacer cuando los niños disfrutan de tres meses de vacaciones y los padres apenas tenemos SOLO UNO? Pues yo os lo digo: ENCAJE DE BOLILLOS.

El pasado jueves comía con una compañera de trabajo y me comentaba como había conseguido cuadrar las vacaciones con tres hijos. “Primero las colonias - me decía - después se irán con mis padres a la playa, después con mis suegros, luego se ha cogido Pepe las vacaciones, después me las he cogido yo y por ultimo nos iremos todos juntos”. Hale, rompecabezas “apañao”.

Y es que cuando llega la época estival, los padres empezamos a sudar la gota gorda, y no precisamente por el calor (que también) si no porque vemos la que se nos avecina cuando los niños terminan el colegio… ¿Qué hacemos con ellos?

Si, si, alternativas hay muchas. De primeras a mi Santo y a mí se nos ocurren: Actividades gratuitas o de pago con el Ayuntamiento, campamentos urbanos que ofrecen centros de “naturaleza diversa”,  etc., aunque, “con la que está cayendo”,  muchas familias de padres y madres trabajadores o en paro no pueden costear el precio de las mismas.

 Entonces toca ser creativos: tardes de piscina, noches temáticas (de cine, cocinas del mundo, papiroflexia y globoflexia, manualidades…), escribir cuentos juntos, fiestas variadas (de pijamas, de búsqueda del tesoro, de disfraces, de aventuras…), y para eso además de mucha energía, se necesita algo de los que los padres carecemos: TIEMPO.

Y entonces me diréis, LOS ABUELOS SON LA SOLUCIÓN. En mi casa tengo una lámina que reza lo siguiente: los abuelos deberían ser inmortales. Nada más lejos de la realidad.  Los que tenemos la suerte de tener padres jóvenes que pueden/quieren (y a veces desean) quedarse con nuestros monstruitos, con la llegada del verano siguen ejerciendo.  Pero, si somos sinceros, no veo yo a mi suegro pintando uñas en fiestas de pijamas ni a mi madre preparando sushi para la noche temática japonesa. Es más, los abuelos también NECESITAN desconectar para coger septiembre con energías renovadas. Inmortales SI, descansados TAMBIÉN.

Recuerdo que cuando era pequeña contaba los días para que llegara el verano. Tres meses para disfrutar y con mi madre para pasarlos conmigo y con mi hermana. Mis padres alquilaban un apartamento en la playa y allí que nos íbamos nosotras tres (mi padre se quedaba de Rodriguez y venia los fines de semana). A veces solas y otras veces con unos amigos que también dejaban al padre en Madrid, y nos divertíamos sin ninguna otra preocupación.

Los vecinos y amigos con pueblo “emigraban” y no los volvíamos a ver hasta que empezaban las clases, parecía que el tiempo era igual para grandes y pequeños. Ahora… ¿Qué nos queda?: la desesperación, el llanto amargo porque es casi imposible estar ahí, al pie del cañón, durante esos  tres meses, casi eternos, que dura el verano escolar. Se nos acaban los recursos para tenerlos entretenidos.
Es más, ésta es la mejor época para hacer cosas como introducir nuevos sabores en la alimentación de los bebés, retirar el pañal a los pequeños, para enseñar a montar en bici o a nadar, y quién mejor que nosotros, sus padres, para vivir ese tipo de nuevas enseñanzas y experiencias, por qué tenemos que renunciar a ello o pasarles la pelota a OTROS.

Como digo, los abuelos dejan de ser una opción porque también necesitan sus MERECIDAS VACACIONES y llegamos a la triste realidad: con tanto comernos la cabeza perdemos los momentos de calidad veraniega con los niños. Llegamos a casa quemados del trabajo y sintiéndonos culpables por “dejarlos colocados” con otros/as y perdemos lo mejor de su infancia, los momentos de ocio y distracción, los momentos alejados del estrés del colegio, los deberes y las “odiadas” clases extraescolares  a las que, todos los días, les llevamos corriendo (de un lado para otro, de un lado para otro, recita como un mantra mi hijo el mayor).

Qué más quisiera yo poder pasarme una mañana tirada en el césped interpretando las figuras que forman las nubes con mis tres cerditos (y si el lobo se también  se apuntara seria bien recibido), hacer picnics interminables y peleas de churros en la piscina, pero NO PODEMOS, NO NOS DEJAN, porque si ambos trabajamos resulta imposible compartir TODO el verano junto a nuestros hijos.

Tengo la esperanza de que algún día los que están en la cima (gobiernos y jefes varios) se darán cuenta de que CONCILIAR es posible, pero ¿cuándo será eso?

Para rematar este lamento desesperado solo comentar un último detalle, qué contentos se nos ve cuando empieza de nuevo el colegio, solo hay que comparar caras de pequeños y de mayores a la entrada de los mismos el primer día. Triste pero cierto, vergonzoso, pues sí, pero es lo que hay.



NO PUEDO #reinventarme SI NO CONCILIO
#nomedalavida

lunes, 4 de junio de 2018

1 año y 9 meses


No sabes lo que te echo de menos.
Dicen que la gente como tú no se va hasta que dejamos de recordaros, yo he pensado muchas veces en dejar de rendirte este tributo mensual, pero luego me doy cuenta de que no puedo... o mejor dicho NO DEBO.

Besos de tu Carmencita

miércoles, 16 de mayo de 2018

Noches creativas

Gracias a amorendibujos por la inspiración

Debo ser ave nocturna, pues me manejo mejor en las noches, son lo mío.

Me acuesto y según coloco la cabeza en la almohada me quedo dormida… pero a eso de las 3 de la mañana, me despierto y las ideas empiezan a fluir, las cosas por hacer, las cosas que podría hacer, las cosas que no he hecho, los proyectos que me encantaría empezar… la lista es interminable y de una cosa paso a otra, y de otra a otra y así hasta el infinito.

Mi cabeza es como la ilustración que ilustra (valga la “rebuznancia”) este post, una maraña de ideas con una misma raíz ¿POR QUÉ NO LO INTENTAS?

Pues sí, lo estoy intentando, como uno de los escalones más que debo subir para conseguir #reinventarme, estoy intentando darle salida a todos los pájaros que me rondan la cabeza, a los buenos y a los malos, y, sorprendentemente, voy consiguiéndolo, eso sí, muy pero que muy despacio.
Como una tortuguita, lenta pero segura, los proyectos van saliendo.

Por fin conseguí  tener mi rincón creativo (ahora ya solo queda decorarlo y usarlo, lo dicho, poquito a poco). Por fin conseguí colgar los cuadros y formar un gran corazón amoroso con las fotos de Mi Santo y una Servidora a lo largo de todos los años que llevamos juntos. Por fin van saliendo los kits/regalos personalizados que tanto están gustando entre la familia y amigos.

Todavía queda mucho por hacer, el trabajo se acumula en el salón, las cajas contenedoras de sorpresas se reproducen por esporas, se multiplican exponencialmente y sé que, aunque Mi Santo no lo dice, no le gusta ni un pelo ver que la casa parece un hospital robaoooo.

Esta noche me pongo a ello, más vale tarde que nunca ;)

Y mi gran proyecto, mi #REINVENCION con MAYÚSCULAS, se siente, está presente y dentro de poco, si se marchan los que se tienen que marchar, podrá ponerse en marcha (otra vez valga la “rebuznancia”) a final de verano, con la fresca.

El OTRO, el innombrable, sigue así, sin ser nombrado, porque como lo haga tres veces, al estilo Bitelchus, podría aparecer, y todavía no sería bien recibido.

Si, ando misteriosa, lo sé, pero es lo que tiene ser de las que piensan que si se cuentan los proyectos sin que se hayan puesto en marcha se gafan, y no me apetece tener a Pepe Gáfez (una de las personalidades de Alfonso Arús) rondando mi mente con el “qué mala suerte, chato”… que bastante tengo ya con “mis pájaros” como para aguantar a un canario.

#reinventarme

Lo dicho: Gracias a @amorendibujos por la inspiración.

Besos
MiCarmencita

viernes, 4 de mayo de 2018

un año y ocho meses


A veces, miro la puerta que tengo al lado de mi sitio y recuerdo cuando entrabas por ella diciendo  "AY DIOSES DE LOS ESPACIOS INFINITOS"...


Besos
Tu Carmencita