jueves, 30 de julio de 2015

Tercera parte de nuestras vacaciones



El día que abandonamos nuestro idílico paraíso fue algo desastre. 

Al “entendible cabreo” de los tres cerditos “no, mamá no, al coche no, a la playa siiiiiiiiiiii”  se unió el despiste de una servidora que se dejó el DVD portátil en el mostrador del hotel, menos mal que nos dimos cuenta en seguida y volvimos a por él, el calor que ya hacía a las 9 de la mañana y que los MINICARMENCITOS se negaron a dormir en el coche.

El camino de vuelta… en finssssss. Veíamos la playita y a todos se nos caian unos enormes lagrimones y salir de Roquetas con el atasco de la mañana fue un infierno. Ya en carretera,  los MINICARMENCITOS, al final, GRACIAS A DIOS!!!, cayeron como moscas, pero se pusieron en "modo alternante", es decir, cuando no se despertaba uno y se ponía a protestar se despertaba la otra y hale, llanto al canto.
Al Panceta lo anulamos con maquinita de juegos portátil… es increíble cómo pueden desconectar, parecía que no había niño ;)

A la hora de comer no veíamos donde hacerlo, no conocíamos la zona y teníamos miedo de parar en un sitio y que no fuera lo esperado. Terminamos en un sitio de comida rápida y los tres cerditos pudieron jugar en un  parque de bolas y descargar pilas para poder echarse la siesta en el coche.

Ya llegando a TEMBLEQUE empezamos a ver que la circulación vehicular se iba haciendo más lenta: CONTROL DE LA GUARDIA CIVIL… CREIAMOS QUE NOS MORIAMOS.

Tras, más o menos media hora de atasco, la circulación se volvió a regular y sobre las 18h ya estábamos en casita.

Llegar al hogar fue una liberación para todos los miembros de la CARMENCITA FAMILY menos para mi, la ropa parecía haberse reproducido por esporas en las maletas por el calor y no podía parar de poner lavadoras. ERA INCREÍBLE!!!!

La cocina, centro de operaciones, parecía un rastro: las maletas abiertas, cienes y cienes de bolsas con ropa sucia, zapatos, ropa sin usar, enseres de naturaleza variada, el neceser, las botellas de agua y sobrantes PORSI en la encimera y los niños con muuuucho “jambre”…

La cena, salchichitas y a la cama. Creo que me senté en el sofá a eso de las 23h y no me eché a llorar de puro milagro.

Pues nada, como habéis podido comprobar, nuestras vacaciones no han sido de cine pero si bastante aceptables, hemos descubierto que SI SE PUEDE viajar con los tres cerditos, que SI SE PUEDE disfrutar en familia y desconectar  y que SI SE PUEDE vivir sin hacer nada ;)

NOTA PARA MI SANTO:
Nos atreveremos el año que viene con un viaje al extranjero??

Besos

Carmencita

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