miércoles, 14 de septiembre de 2016

DULCE Y AMARGO

El pasado 22 de agosto nos dieron una gran noticia, nuestro pequeño amigo, nuestro pequeño buda, había vencido todos los asaltos y el TAC confirmaba que todo estaba normal… POR FIN!!!

Cuando le vimos esa tarde su pelazo negro se había tornado rubio pasión, pero su sonrisa era la de siempre,  y si el pelo se queda así, va a ser todo un cambio de look.

Seguirá, durante algún tiempo, teniendo que cuidar ciertas cosas y mirando donde “se mete”, pero a grueso modo, podrá hacer vida normal.


La alegría fue tal que hasta se me pasó plasmarlo aquí, no encontré momento de buscar otro GIF animado con más aplausos y algún que otro beso para escenificar la alegría que la CarmencitaFamily sintió cuando nos enteramos de la noticia… algo como:


y en eso estaba cuando un nuevo mazazo ha sacudido mi vida.

Tranquilos, el pequeño buda está bien, sigue disfrutando de su recuperada salud y nos planteamos ir a una carrera con final de fiesta a lo indio (guerra de polvos de colores).
Fue otra persona, que se había convertido en parte importante de mi vida, la que, de repente, desapareció.

Se marchó un viernes de vacaciones, “dando por saco” con su característico humor negro.
Nos dijo: “ahí os dejo a todos, biencolocaitos en vuestras sillas de trabajo” – “yo me voy  a disfrutar de mis merecidas vacaciones a mi pueblo, a bañarme en el rio y a seguir construyendo mi casa de campo”.

Su casa de campo estaba a medias y no paraba de quejarse de la PXXA chimenea, y no tenía inconveniente en decirle a su chico (nunca la oí pronunciar la palabra marido) cuatro frescas sobre el tema, no le gustaba como la estaba “planteando” y no tenía pelos en la lengua para hacérselo saber.

El caso es que el lunes, 5 de septiembre, sonó el teléfono de su sitio y desde ese instante todo cambió.

NO MÁS pasteles, NO MÁS palmeritas de chocolate, NO MÁS hueveras rosas, NO MAS “ no sé si os lo he dicho pero me tenéis muharta” , NO MÁS “Ay Dios de los espacios infinitos”… y así podría estar un buen rato, recordando sus frases, sus movimientos y sobre todo su risa, que se oía de su sitio al mio.

Cada vez que me doy la vuelta espero verla entrar por la puerta tras haberse “echado un piti” , pero sé que eso YA no va a pasar.

Hace unos días encontré en INSTAGRAM estos dos micropoemas de @mikinaranja:







y pensé que seguro que le hubieran encantado, pues definen a la perfección su forma de ser, su visión de la vida y SOBRE TODO, la forma en la que se fue.

Sirvan estos micropoemas como sincero homenaje pues me gustaría haberle dicho tantas cosas… me quedo con el beso que la di cuando me despedía de ella ese viernes en que comenzaba sus ansiadas vacaciones, quién me iba a decir que sería el último.

MUCHOS MÁS BESOS, EVA

TuCARMENCITA

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