jueves, 13 de septiembre de 2018

MORIR DE ANTICIPACIÓN


Mañana es un día importante para nosotros. Mañana nos van a comunicar algo que hará que podamos empezar a escribir en aquel libro en blanco del que os hablé hace ya dos meses. Y mi subconsciente no me deja de enviar mensajes con posibles futuribles, todos ellos nada halagüeños.

Sí, es lo que he denominado el síndrome de “morir de anticipación” o síndrome “de la pitonisa” y que es una de las tantas cosas que debo evitar para poder #reinventarme.

Os cuento y ya me decís si soy yo sola u os pasa a vosotros también.

La mayoría de las veces ya sé cómo va a acabar la película. Y no estoy hablando de los tan de moda SPOILERS, que yo  prefiero denominar “destripes” (por usar el castellano, que nunca viene de más). Estoy hablando de que, ante una determinada situación, ya sé cómo va a acabar el asunto. Mi mente se crea “la película completa” y me cuenta el final en menos que canta un gallo.

Un ejemplo: Veo a uno de los tres cerditos correr como un poseso por el parque y mi mente me manda un mensajito que me dice “ya verás cómo termina en el suelo”. Acto seguido de mi garganta sale un grito desgarrador (soy MAMADRAMAS) diciendo algo así como: “No corras, que te vas a caer” y, desgraciadamente, ya sea porque mis hijos tienen el gen torpe muy subido o porque es lo normal en todos los niños, el susodicho resbala y cae.

Si fuerais malas personas diríais que, a lo mejor, con mi grito he descolocado al niño y por eso se ha caído o que yo soy el problema porque soy gafe. No creáis que no lo he pensado, pero no os quedéis en la punta del iceberg, vayamos a la parte profunda del tema y motivo de esta entrada de hoy: EL SÍNDROME DE MORIR DE ANTICIPACIÓN.

Decidme: ¿Por qué reaccionamos así? ¿Por qué queremos anticiparnos a los acontecimientos? Y lo más importante ¿Por qué pensamos SIEMPRE en lo peor?.

Intentaré responder a las tres preguntas, y os pido que vosotros reflexionéis también sobre ellas.

¿Por qué reaccionamos así? Pues no lo sé, lo que sí sé es que no conozco a nadie que viva tan despreocupadamente como para no pensar o vaticinar qué es lo que va a pasar, ni a corto ni a largo plazo. Vivimos en un mundo en el que el futuro ha pasado a ser prioridad (pensiones, ahorros, etc.) y el presente solo un día más que tiene que pasar rápido para que llegue mañana, y así una y otra vez. BUCLE TOTAL.

¿Por qué queremos anticiparnos a los acontecimientos? Pues entiendo que para poder cambiarlos. Si sabes lo que va a pasar tienes una remota posibilidad de poder modificarlo y que lo malo torne a bueno. Pero mirad lo que le pasaba a BILL MURRAY en “Atrapado en el tiempo” (y no digo más que no quiero destripar la película).

¿Por qué pensamos SIEMPRE en lo peor? Si, ya sé, para que las cosas buenas pasen hay que ser positivos y ver el vaso medio lleno, pero, admitidlo, NADIE lo hace, todo el mundo, SIEMPRE, se pone en lo peor, ya sea porque somos negativos por naturaleza o porque es un mecanismo de defensa, así, si al final no pasa nada malo por lo menos ya nos habíamos puesto en guardia.

El caso es que se supone que debemos vivir el momento y disfrutar de los pequeños placeres diarios que nos depara la vida, y yo lo intento, y yo quiero hacerlo, pero en estos momentos, “no me sale”, mi mente me manda uno tras otro mensajes sobre lo que va a pasar y no me gustan nada de nada, pero no puedo evitar que lo haga y, sinceramente, no sé si quiero que deje de hacerlo, a lo mejor es solo un mecanismo de defensa, pero para mí es un desahogo poder ponerme en guardia para lo que pueda pasar.

La esperanza es lo último que se pierde, y yo la estoy empezando a perder.

Intentaré empaparme de todos esos mensajes positivos que recibo diariamente por varios canales y que a mi me ponen algo nerviosa, no se puede ser tan feliz a todas horas, demasiado azúcar es imposible de digerir y yo soy un poco diabética en estos temas.

Permitidme que haga esta broma para que terminemos esta entrada de hoy con un poquito de humor, porque ya me había puesto bastante seria. Aunque no sé yo si se pueden hacer bromas de este tipo, tal y como está el patio.

En fin, resumiendo, debo evitar el “síndrome de la pitonisa” para poder #reinventarme y repetir esto como un mantra hasta creérmelo… jajajajajaja

Besos
Carmencita

No hay comentarios:

Publicar un comentario